El periodista colombiano José Salgar, que fue director, editor y jefe de redacción –entre otros cargos- del periódico El Espectador por más de siete décadas, falleció en Bogotá a los 92 años.
Salgar dedicó más de 70 años de su vida al periodismo en El Espectador, donde publicó durante décadas la columna “El hombre de la calle”, en la cual comentaba los más diversos asuntos bajo la óptica de un ciudadano común y solía cerrar sus artículos con una coletilla.
“El Mono Salgar”, como le llamaban cariñosamente sus amigos por sus cabellos rubios y ojos claros, comenzó a trabajar en el diario en 1933 siendo todavía un niño, y escaló posiciones hasta llegar a convertirse en uno de los directores del diario.
Aprendió el oficio del periodismo y fue jefe de redacción, director y columnista hasta hace pocos años, cuando debido a su avanzada edad dejó de escribir pero no de hablar de la profesión que lo apasionó durante toda la vida.
“En sus días como jefe de redacción editó los textos de quien después sería su cercano amigo, Gabriel García Márquez”, el nobel de literatura que también fue periodista de El Espectador, recuerda el diario.
Hombre clave en momentos difíciles
Salgar estuvo en el diario bogotano en dos momentos críticos de los 126 años de existencia del periódico: el 16 de diciembre de 1986, cuando sicarios del narcotráfico asesinaron al entonces director de El Espectador, Guillermo Cano Isaza, y el 2 de septiembre de 1989 cuando una poderosa bomba de los cárteles de la droga destruyó las instalaciones del periódico.
El fallecimiento de José Salgar fue lamentado por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien lo definió como “paradigma del periodismo colombiano y un ser humano formidable”.
En diálogo con RCN La Radio, el director del diario El Espectador, Fidel Cano, describió al fallecido José Salgar como un ejemplo para las nuevas generaciones del periodismo.
“Tenía una avanzada edad, últimamente había tenido unas dolencias relacionadas con un tumor en la cabeza. Llegó a esta edad con toda la lucidez. Sin embargo, se lo encontraron muy tarde, hace como seis meses, por eso no quiso ningún tratamiento, prefirió estar en su casa tranquilo”, dijo Cano.
“Don José estuvo actualizado hasta el último día en los avances del periodismo. Siempre fue un maestro y apoyo para los periodistas jóvenes”, manifestó.